sábado, 29 de diciembre de 2012

Haciendo balance...

Hace varios meses que no escribo ningún post, y en estos días de sosiego y tranquilidad no quería dejar pasar la ocasión de hacer balance ahora que finalizamos el año. Un año agridulce, más lo primero que lo segundo, y explico el porqué.  A nivel personal y profesional he tenido bastantes buenos momentos, he continuado mi autoformación, he compartido con mis compañeros de profesión, asistiendo a eventos en los que he aprendido, compartido, e ilusionado.   He llevado a la práctica diversos proyectos que me han hecho disfrutar como maestra, enseñando como me gusta y como creo que debo hacerlo. Pero a pesar de todo lo positivo, ha sido un año para olvidar en educación, un año en el que nos hemos visto recortados, nos hemos indignado, hemos salido a la calle y hemos luchado.  Un año que ha teñido los buenos momentos a pesar de que he intentado a toda costa no perder nunca la ilusión y las ganas de seguir adelante. Aunque entre nosotros nos animamos y nos decimos que no tenemos que perder la esperanza, lo que nos depara el futuro a corto plazo no tiene muy buena pinta. Me gustaría abrir los ojos y que nada de lo ocurrido hubiera pasado. He vivido este 2012 con incredulidad, pensando que no podía estar pasando, que esta regresión de veinte años atrás no podía ser cierta.  No es mi intención ser pesimista, pero creo que la realidad habla por sí sola y el próximo año se promete duro. Seguir a expensas de unos señores que vapulean la educación de la manera que lo hacen, no me da ninguna tranquilidad.

Pocas palabras podría yo aportar a lo que ya todos sabemos y se ha dicho, sólo quería dar las gracias a todos aquellos que habéis formado parte de mis buenos momentos y de mis aprendizajes este año.


Hay que tener esperanza, me digo…pero ¿en qué?, ¿en quién?...¡Feliz 2013!